El cruce
Un golpe de la cabeza contra el cordón de la vereda hundió su parietal derecho y dejó a
Maite sin recuerdos. Ella -que la mañana del accidente cruzaba despacio la calle por la senda peatonal y con semáforo a su favor, dudando qué regalo comprar al nieto por nacer- durante dos semanas se debatió entre vivir o morir. "Está estable, son horas cruciales, el pronóstico es reservado" fueron las migajas de información que los médicos esparcieron dos veces por día ante la puerta de terapia intensiva. Inestable y lenta fue la agonía de los que aguardaban los lacónicos informes. Dormida en ese ámbito inmaculado, Maite supo esperar hasta la tarde en que su alma abrazó con amor al nieto recién nacido, dos pisos más abajo. En ese instante, entonces, se decidió a partir.
Homenaje
20 de October de 2018 / 16:22
20 de October de 2018 / 16:22
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