No necesitaba que las puertas estuvieran abiertas para poder entrar. Aprendió a traspasarlas una a una a con rapidez para poder llegar a las habitaciones de los durmientes y asustarlos como merecen. Pero la última vez, se oyó un gran estrépito y vieron al fantasma que huía entre su sabana ensangrentada. No sabía que a la puerta principal le habían puesto tranca por dentro.
esleongo
02 de February de 2019 / 16:44
Vieja casona 02 de February de 2019 / 16:44
esleongo
Saludos I 04 de February de 2019 / 20:22
José Luis Velarde
 

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