Su mirada ansiosa contempla la cuchara con la diminuta roca. La flama del encendedor comienza a derretirla en un líquido ambarino. Dedos temblorosos cuidan que no se desperdicie una sola gota. Coge la jeringa y la substancia es absorbida. El mosca se entierra la aguja en la vena saltada y en segundos retorna a un estado inconsciente, primimtivo lleno de gruñidos. Desde fuera del cuarto sus padres escuchan atentos. Se toman de la mano y, ambos en silencio, oran para que la puerta falsa no se abra y el hijo la franquee para iniciar un viaje sin retorno.
Black Dot
12 de February de 2019 / 09:47
Viaje interior 12 de February de 2019 / 09:47
Black Dot
Black Dot... 12 de February de 2019 / 12:33
Gata Blues
te agradezco el comentario Gata!!! 12 de February de 2019 / 22:04
Black Dot
 

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