El poder de la fama
A la derecha de mi padre y junto con el invisible Espíritu Santo formamos un tridente único. Desde nuestro trono nada es imposible, si quisiéramos podríamos levantar montañas, desviar los cauces de ríos y océanos y hasta levantar muertos. Nunca hemos usada una capa o disfraz y mucho menos visión de rayos equis. Nadie puede culparnos si en ocasiones los celos perturban nuestra razón y causamos alguna desgracia en el mundo. También nosotros merecemos una película; algo como “la Santísima Trinidad contra los invasores del espacio”. Eso si en tercera dimensión.
Black Dot
01 de April de 2019 / 20:05
01 de April de 2019 / 20:05
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