Por favor, tomar en cuenta esta versión.
Disfrutaba de una copa de vino al lado de su pareja. Habían manjares en la mesa preparados por un chef especializado en comida francesa. El aire corría fresco agitando las flores bajo la glorieta. En el bolsillo de su pantalón, tenía el anillo para pedirle que fuera su esposa. Un chirrido interrumpió la petición. Los contornos de las cosas temblaron. Una onda desfiguró el rostro de su amada y los refinados alimentos se volvieron mendrugos de pan seco. En lugar de una sortija, solo había una piedra. Se cubrió el rostro para que ella no lo viera y, a ciegas, se dirigió a la máquina. De una patada, la puso en funcionamiento. Aliviado, vio de vuelta sus manos de apenas cinco dedos. Como una nevada de imágenes, los hologramas volvían a cubrir la realidad desfigurada por la radiación.
Malvadisco
09 de June de 2019 / 00:16
09 de June de 2019 / 00:16
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