Estimación aproximada del "Tratado de los derechos fundamentales de Crismas Universal"
-Los amigos y las familias deberán que reunirse para festejar el nacimiento del Mesías, así lo manda la hermandad de los enanitos acreedores de la Noche Buena y la Navidad.
-Las castas innovar su espíritu navideño, y las religiones postergar sus endogámicas inclinaciones de su feligresía, en el nombre de Santa y toda su cohorte: renos, mendigos, pitufos y demás estándares jerárquicas…
-Los grandes almacenes compartir con los medianos y pequeños comerciantes sus parabienes: los chinos están dispuestos a abrir las 36 horas, 59 minutos y 60 segundos al día; reseña vigente en su calendario laboral hasta ahora inusual en culturas tan arraigadas al ocio de tirarse a la bartola y al subdesarrollo mercantil de las grandes potencias del mundo.
-Angela Merkel estimar pasiones inmisericordes del Papa: el Vaticano orienta su estrella polar al camino que lleva a Jerusalén, y Rusia se alía con Putin en un abrazo fraternal, más allá de toda concordancia andina de la estratega Patagonia austral y sus límites indígenas.
-El IRPF declarar la renta per cápita de los paraísos feudales de los gobiernos dictatoriales, y no subestimar la encomienda de los asalariados mileuristas: ya están hartos de ser siempre los pobres del pesebre y quieren que el reparto sea más equitativo para llevar al niño un poco de incienso y mirra. Los refugiados deben abstenerse de proferir veleidades monocordes al sistema institucional. Hiere profundamente susceptibilidades y conciencias sensibles al vulnerable Tratado de los derechos fundamentales de Crismas Universal.