Rastreador
Solo lo salvaron del abandono con la intención de engordarlo. Ciego y sordo, lo único que cabía esperar era que aumentara de peso hasta transformarse en un bocado sabroso. Pero en su lugar, el niño creció y conoció el mundo. Guiado a través de su olfato, localizaba el agua y las bayas frescas. Para probar que no era ya una cría humana, no dudó en alertar a los neardentales de la presencia de los homo sapiens que planeaban invadir su aldea.
Mónica Brasca
25 de November de 2019 / 05:30
Selección del 14/11: "Rastreador", de Malvadisco 25 de November de 2019 / 05:30
Mónica Brasca
 

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