En el trazo perfecto del universo encontrarás chispas de luz surcando la infinita negrura de las noches de tu desolación. Descubrirás que la miseria es igual a la profundidad del sufrimiento. Hay colores que son tibios, pero esos, los rojos profundos, los amarillos del girasol, los azules del cielo de verano te serán negados. Ahí te esperan las paredes que se colapsan sobre ti, los colores de la angustia; el gris, el negro, el blanco donde nada hay. Querrás levantarte, pero no lo lograrás. En donde te encuentres descubrirás que eres un millón de insectos ciegos que reptan frenéticos por el olor de un cuerpo podrido.