ESPECTÁCULO DE TÍTERES
El héroe infringió todas las reglas del duelo. La figura del Che que tenía su rival, tostada por mil y una guerras, le empujó a ir corriendo hacia una colina buscando protección detrás de las rocas. El rebelde, permaneció al descubierto y empezó a dispararle, pero sus balas solo lograron rajar piedras o rebotar y silbar en el aire. Por un hueco entre las rocas, resonó un tiro y alcanzó al Che en el hombro. Y, al caerse, disparó al azar hacia arriba.
El titerista sintió como si un trozo de metal abrasante se hubiera enterrado en su cuello. Un chorro de sangre y el discurrir perezoso de unas gotas rojas por los hilillos dementes e invisibles dieron por terminado el espectáculo.
El titerista sintió como si un trozo de metal abrasante se hubiera enterrado en su cuello. Un chorro de sangre y el discurrir perezoso de unas gotas rojas por los hilillos dementes e invisibles dieron por terminado el espectáculo.
Azul Claro
05 de February de 2020 / 16:25
05 de February de 2020 / 16:25
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