Un viejo luchador yucateco, conocido como Chelo Chicatana, encuentra el fósil de una mandíbula desdentada. Cuando sus averiguaciones apuntan a que pertenece a San Juan Crisóstomo —patrono de la iglesia ortodoxa cuyos restos mortales se perdieron en las cruzadas—, su descubridor se obstina en devolver la pieza al monasterio donde reposan las reliquias del santo y, ni siquiera sus compinches de ocio, un par de ancianos con pasatiempos descabellados, logran convencerle de quedarse en casa a entrenar zanates mensajeros. Divertida, con sorpresivos giros de humor negro, Un viejo terco en Ankara es la historia de un hombre con deseos de glorificar el ocaso de su vida y, en afán de lograrlo, emprende un viaje a la tierra de su antiguo rival de cuadrilátero, Salim, el Faquir del Mar Negro, quien ha prometido unírsele en tan peculiar Odisea.
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