Visita a la casa de Asterión
Cada vez que accedía a las redes sociales tenía la misma sensación. Era como ingresar a la casa de los espejos, donde su faz se repetía en todas direcciones ad nauseam. Le parecía que la realidad había muerto y que estaba perdido en un laberinto, como el de Creta. Entonces comprendió que no estaba muerta sino recluida, como Asterión, en la casa donde “cualquier lugar es otro lugar”, atemorizada por “las caras desconocidas y planas como la palma de la mano”, prisionera de las pretensiones y el narcisismo de quienes habitaban en aquellos rostros vanidosos, a la espera de la ineludible llegada de Teseo, su asesino, cuyos pasos ya se oyen a lo lejos.
Pitecantropus
19 de January de 2021 / 12:40
19 de January de 2021 / 12:40
Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.