Buenos días Pingüino,

No vi tu microrrelato antes, no tengo idea de por qué, pero aquí estamos. Bien tu texto, solo algunas apreciaciones:

Imagínese intentando escribir los detalles de cruentos asesinatos. Escabroso, ¿no le parece? Ahora piense en la sangre, los gritos, las muecas de dolor, las súplicas de las víctimas y la mano firme. Siniestro y aterrador, ¿no cree? Póngase por un momento en los zapatos del criminal y trate de percibir lo que siente cuando las suelas, enrojecidas (aquí, las suelas "enrojecidas" me parece que no es el adjetivo, porque estas serían al fin y al cabo suelas rojas. Suelas pegajosas -por la sangre-, suelas delatoras, otro adjetivo creo que vendría mejor) , aún están húmedas y las gotas secas en la piel parecen estampadas a fuego. Horripilante, ¿no es cierto? Le pareceré simplista, pero después de repetirlo cinco, diez, docenas, quizá centenares de veces uno se acostumbra, créame. Procure hacer suyo el horror al ubicarse ahí, (aquí falta un verbo, el escritor que se pone en la piel del asesino, algo como "sentir", "creer", etc) que lo vio y lo hizo todo. Que también lo sabe todo. Cuando lo haya logrado será muy fácil escribirlo. Ahora relájese. Esto solo es el prefacio de lo que le espera si quiere, señor escritor, escribir mi biografía. A mí me tiembla la mano. (aquí por último se te juntan muchas palabras con el mismo sonido en tres párrafos: escritor que se pone en la piel, señor escritor, escribir mi biografía. Hay que modificar algo para evitar la cacofonía).

Espero que estos comentarios te sirvan. Saludos!