Hola, Black Dot

Me parece que la historia se alarga y complica innecesariamente. Además, siguiendo la regla de Chéjov (si hay una escopeta en la pared, úsala) creo que no solo hay una , sino varias "armas" que están de adorno y distraen, como lo de la unidad de control térmico que si se elimina, no afecta a la historia. Por otra parte, me parecía mejor el desenlace de la versión anterior.

Considerando que la virtud de la minificción es la brevedad y la contundencia, habría que buscar cuál es del núcleo del relato, resumirlo en pocas palabras y darle una salida digna: un robot que está frustrado por no poder ser actor a causa de las reglas de Asimov y que debe buscarse otro oficio.

Otros comentarios:

"Servitud" está bien empleada, pero es una palabra en desuso según la RAE. Creo que "servidumbre" queda mejor.

Me temo que no tomaste en cuenta mis observaciones respecto a "sobrecalientan" y "resignarse".

Sin afán de modificar tu historia, sino solo aportar ideas, sugeriría algo así, con algunos cambios y mezclas entre versiones:

El autómata aspiraba a ser actor. Enfadado, su piel sintética se irrita y los circuitos se sobrecalientan cada vez que lo recuerda. Como no debe perjudicar a los actores humanos, nunca podrá ser Macbeth o Jean Valjean y menos aún, encarnar a un villano. Ese maldito Asimov y sus “tres reglas” lo arruinaron todo. Debe resignarse a una vida de servidumbre o a dar clases de lenguaje binario y corregir los errores de aquellos a quienes está programado a proteger. Para su desgracia, nadie lo aclamará ni coleccionará sus figurillas. Tampoco le pedirán autógrafos o posar para una selfie con él.

Saludos y un feliz año 2022