"Retrato de un enigma" podría ser un mejor título. Luego, todo el novelón, sí, pero ya nos habremos ahorrado unas cuantas palabras. Por otro lado, no llamaría por su nombre al aturdimiento ni a ninguna emoción en particular en tanto que las que aquí asoman no tienen el tiempo ni el espacio suficientes para construir una cicliotimia coherente y ya no digamos verosímil (¡¿qué tal mi propio "retrato de un enigma"?!). Por último, el guiño pareidólico (<>, y <>,) me hizo reír bastante hasta que la totalizante y normativa versión completa me aguó la fiesta. Snif, snif. Espero la tercera versión, si es que hay tal. Saludos, Héctor.