Víctor:
Gracias por los comentarios. Respeto tu interpretación y las razones que esgrimes para dudar del cierre, pero no concuerdo en todo:
1) El graffiti no desplaza al gato como sujeto central, sino al contrario, porque el gato ES ahora el graffiti.
2) El gato-graffiti no irrumpe como un antagonista del mural; más bien lo reemplaza como la manifestación de su enfado y desolación. Es una protesta al aire, un grito visceral, un reclamo al difunto expresado con la misma, o más, intensidad que la violencia implícita en la muerte, al grado de destruir al sujeto de su afecto, agrediendo a las paredes y a la ciudad misma: una catarsis mediante la que pretende inmortalizarlo.
3) No me parece que el supuesto desplazamiento y el antagonismo constituyan una moraleja que de al traste con todo, como señalas, porque no veo que exista una, o tal vez mi miopía me impida verla.
4) Desgarrar la ciudad es una propuesta tentadora.
Veamos qué opinión merece esta versión con ciertos cambios:
Graffiti
Enfadado por la repentina muerte de su gato, se propuso inmortalizarlo en su obra mural. A partir de ese día, la ciudad se vio desgarrada por multitud de siluetas felinas, de diferentes colores y en variadas posiciones, estampadas violentamente en las paredes, hasta que el cadáver quedó irreconocible, convertido en girones.
Saludos desde Mexicali
1) El graffiti no desplaza al gato como sujeto central, sino al contrario, porque el gato ES ahora el graffiti.
2) El gato-graffiti no irrumpe como un antagonista del mural; más bien lo reemplaza como la manifestación de su enfado y desolación. Es una protesta al aire, un grito visceral, un reclamo al difunto expresado con la misma, o más, intensidad que la violencia implícita en la muerte, al grado de destruir al sujeto de su afecto, agrediendo a las paredes y a la ciudad misma: una catarsis mediante la que pretende inmortalizarlo.
3) No me parece que el supuesto desplazamiento y el antagonismo constituyan una moraleja que de al traste con todo, como señalas, porque no veo que exista una, o tal vez mi miopía me impida verla.
4) Desgarrar la ciudad es una propuesta tentadora.
Veamos qué opinión merece esta versión con ciertos cambios:
Graffiti
Enfadado por la repentina muerte de su gato, se propuso inmortalizarlo en su obra mural. A partir de ese día, la ciudad se vio desgarrada por multitud de siluetas felinas, de diferentes colores y en variadas posiciones, estampadas violentamente en las paredes, hasta que el cadáver quedó irreconocible, convertido en girones.
Saludos desde Mexicali
Basilio
18 de May de 2022 / 07:28
18 de May de 2022 / 07:28
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