Miraba por la ventanilla y contemplaba el hermoso rostro femenino. La oía llamarlo: “Ábreme. ¡Déjame entrar!” Pero él se resistía: su esposa y sus hijos lo esperaban. Una noche no pudo resistirse al llamado y abrió la compuerta. En lugar de un beso, recibió un torrente de agua salada que inundó el interior del submarino.
Malvadisco
11 de February de 2019 / 23:38
El canto 11 de February de 2019 / 22:59
Malvadisco
Corrección 11 de February de 2019 / 23:38
Malvadisco
taller 19 de February de 2019 / 08:30
carlos bortoni
 

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