En el mundo de las lenguas la muerte no existe
Yo no soy una lengua muerta. Muchos órganos míos siguen viviendo en todos los idiomas. Eran trasplantes decisivos. Ahora, piezas muy raras, bellos cultismos, llamativa música, palpitantes verbos y con sabor a miel en las bocas.
Gracias a mí, dichos idiomas se llaman "Lenguas vivas".
Gracias a mí, dichos idiomas se llaman "Lenguas vivas".
Azul Claro
05 de February de 2020 / 16:45
05 de February de 2020 / 16:45
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