Como en los viejos tiempos
Recostada en la cama, con visibles muestras de agotamiento, Mercedes relata a sus hijos la faena que la dejó exhausta ese largo día; desde servir el desayuno, lavar trastes y ropa, la limpieza de la casa, el jardín y la acera; luego la compra de víveres, preparar la comida y recoger a Jorgito –el menor– de la escuela.
Tras la comida, el planchado de la ropa, preparar un pastel, zurcir pantalones y calcetines, las tareas escolares, el disfraz para el día de la primavera y la cena; para continuar con la costura hasta pocos minutos antes, cuando cayó rendida al filo de la medianoche.
La descripción de la jornada es verosímil y precisa hasta el menor detalle, con la pequeña salvedad de que Jorgito, ahí presente, ya tiene cincuenta y cuatro años y es domingo. Apenas anochece, y afuera llueve a cántaros.
Tras la comida, el planchado de la ropa, preparar un pastel, zurcir pantalones y calcetines, las tareas escolares, el disfraz para el día de la primavera y la cena; para continuar con la costura hasta pocos minutos antes, cuando cayó rendida al filo de la medianoche.
La descripción de la jornada es verosímil y precisa hasta el menor detalle, con la pequeña salvedad de que Jorgito, ahí presente, ya tiene cincuenta y cuatro años y es domingo. Apenas anochece, y afuera llueve a cántaros.
Pseudónimo
11 de March de 2020 / 15:43
11 de March de 2020 / 15:43
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