Un poco de edición
Gral Macario Piedra: le hice una edición final a tu microrrelato. Dime qué te parece. Saludos.
La oreja
Yo llevé el caso. Encontramos al pobre Vincent ensangrentado, tirado en su cama. Una prostituta histérica nos trajo a la comisaría una oreja mugrosa envuelta en una servilleta. Llamé a Teodoro van Gogh para entregarle ese pedazo de pellejo. Así comenzó la leyenda: la exhibieron en museos hasta terminar en manos de a un acaudalado coleccionista. Pero esa oreja le fue amputada, por razones que desconozco, a una chica que solía embriagarse con Vincent. Yo mismo le quite un llamativo arete que colgó de ella. La original, según testigos, fue devorada por un perro que la encontró en la banqueta.
La oreja
Yo llevé el caso. Encontramos al pobre Vincent ensangrentado, tirado en su cama. Una prostituta histérica nos trajo a la comisaría una oreja mugrosa envuelta en una servilleta. Llamé a Teodoro van Gogh para entregarle ese pedazo de pellejo. Así comenzó la leyenda: la exhibieron en museos hasta terminar en manos de a un acaudalado coleccionista. Pero esa oreja le fue amputada, por razones que desconozco, a una chica que solía embriagarse con Vincent. Yo mismo le quite un llamativo arete que colgó de ella. La original, según testigos, fue devorada por un perro que la encontró en la banqueta.
Marcial Fernández
20 de April de 2020 / 09:10
20 de April de 2020 / 09:10
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