Es un placer pitorrearnos de las hipocrecias neoliberales, con mentes como esponjas que absorben conocimientos a diestra y siniestra. Respecto a los premios nobeles tampoco hay pudín, ya me han regañado por ponerle los puntos sobre las íes a un tal. Nuestro Rulfo nunca lo ganó y se ganó nuestro respeto porque él lo daba a tod@s. Dígale porfa a la tal jarifita que necesito su ADN, su acta de soltera y carta de constancia policial de que no se le hace agua la canoa. Y mejor le paramos porque luego Dios se enoja y me sale conque debo de dejar de echar mierda en este lugar bonito donde no anda la tristeza.

Que descanse a pierna suelta