Respuesta al comentario (1)
Hola. Josep.
Gracias por el comentario-taller. Ya enmendé la falla de los dos ERA muy próximos.
En cuanto a la "satisfacción muta", prefiero conservarla. Más que la propia, era el medio para acercarse a sus víctimas (léase chats, Facebook, sitios de citas, etc). Aprovecho para cambiar "vehículo" por "medio". Me parece más acertada la palabra.
Entiendo tu punto respecto al título, sin embargo la preocupación del personaje no era de carácter ético, sino el "qué dirán" por su imagen desaseada (asqueroso, inmundo). En todo caso cambiaría el título a "Cuestión de imagen".
Elegía a mis víctimas por Internet. El catálogo de prospectos parecía ser inagotable. El anonimato era mi cómplice; la búsqueda de satisfacción mutua, el medio; un cuchillo, mi arma predilecta y la sorpresa, mi principal aliada. Lo hice por varios años hasta descubrir que se había convertido en una adicción, más poderosa que cualquier droga y que, por su bajo costo, sería difícil de erradicar. Frente a posibilidad de ser catalogado como un asqueroso asesino serial y un inmundo adicto, no me quedó más opción que contratar a dos sicarios que, tras la consumación de mis actos amorosos, se encargaran del trabajo sucio para mantener mis manos limpias.
Espero tu opinión
Un saludo, Josep.
Gracias por el comentario-taller. Ya enmendé la falla de los dos ERA muy próximos.
En cuanto a la "satisfacción muta", prefiero conservarla. Más que la propia, era el medio para acercarse a sus víctimas (léase chats, Facebook, sitios de citas, etc). Aprovecho para cambiar "vehículo" por "medio". Me parece más acertada la palabra.
Entiendo tu punto respecto al título, sin embargo la preocupación del personaje no era de carácter ético, sino el "qué dirán" por su imagen desaseada (asqueroso, inmundo). En todo caso cambiaría el título a "Cuestión de imagen".
Elegía a mis víctimas por Internet. El catálogo de prospectos parecía ser inagotable. El anonimato era mi cómplice; la búsqueda de satisfacción mutua, el medio; un cuchillo, mi arma predilecta y la sorpresa, mi principal aliada. Lo hice por varios años hasta descubrir que se había convertido en una adicción, más poderosa que cualquier droga y que, por su bajo costo, sería difícil de erradicar. Frente a posibilidad de ser catalogado como un asqueroso asesino serial y un inmundo adicto, no me quedó más opción que contratar a dos sicarios que, tras la consumación de mis actos amorosos, se encargaran del trabajo sucio para mantener mis manos limpias.
Espero tu opinión
Un saludo, Josep.
Pi
10 de April de 2021 / 17:26
10 de April de 2021 / 17:26
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