Este sí es la versión que vale
Él era el alma de la fiesta. Se transformaba en cisne, toro, águila a petición del público femenino. Enfurecida por los celos, Hera no se percató de aquel tallo membrudo que le maniató las piernas y la arrojó al suelo. Príapo había desenrollado su virilidad e intentaba tomar a la diosa a la fuerza a vista y paciencia de los demás invitados que, borrachos, reían de la escena. Pero de la multitud, acudió un burro y de una coz puso en fuga al agresor. En agradecimiento, Hera le concedió el don a su salvador que, hasta entonces no era muy dotado, de poseer la más notable espada.de entre hombres y animales.
Malvadisco
12 de August de 2017 / 13:53
12 de August de 2017 / 13:53
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