Para la libertad, de Innominada
Un accidente deja inmóvil a Julián. Sin familia ni amigos, ni siquiera Seguro Popular, la Asistencia Pública le encuentra espacio en un hospital psiquiátrico.
Solitario, taciturno, pasa sus días frente a la tapia de aquel lugar, con el deseo íntimo de que se derribe y lo aplaste. Cierta tarde, una hendidura refulgente se abre delante de sus ojos y lo atrae, lo invita a atravesarla. Descubre un mundo aparte. Allí puede ponerse de pie y su silla de ruedas se transforma en una fuerte armadura que lo escuda.
El reino es asolado por dragones y el rey ha prometido la mano de su hija al valiente guerrero que venza a las bestias. Decidido a lograrlo, corre por el borde de aquella cañada donde ve acercarse a un hermoso grifo con arreos. Espada en mano y con un grito fiero, salta al lomo del fantástico animal, seguido por sus hombres, los demás internos que lo habían seguido. Juntos pelearán contra las bestias, desoyendo las voces desesperadas de enfermeras y médicos que llegan desde lejos. Ninguno quiere volver atrás.