Vuelta del día en ochenta mundos (versión 2.0)







Hola, Pseudónimo,
vamos a corregir un poco la puntuación para separar las ideas, lo que permitirá ganar en claridad:

A pesar de los esfuerzos por ubicarla en la realidad, mi madre
//Considera el usar el sujeto en la primera frase para evitar la cacofonía //
insistía en la exactitud de sus relatos. Entendimos, finalmente, que lo que percibía a través de neuronas colapsadas, neurotransmisores en desequilibrio y recuerdos en caos –tan revueltos en su cabeza, como el paisaje tras el paso de un tornado–, eran su verdad.
//Considera, también, omitir el contenido entre los guiones; suena bonito, pero es accesorio//
Fue entonces que empezó aquel viaje a través del tiempo, el espacio y los laberintos de la mente. Cada relato era un periplo por mundos fantásticos, exuberante y entretenido, como una vuelta por el parque de diversiones. En ocasiones, y sin los riesgos y resacas, tan exótico como ingerir la droga alucinante más potente.

Revisa y reflexiona, también, en la cantidad de adjetivos; a mi juicio es excesiva.

¡A trabajar! :))